La Ruta de las Ballenas
En el estuario del San Lorenzo se encuentran diversas especies de
cetáceos, que nadan a lo largo de las costas durante el verano. Pueden
ser observados desde la misma ribera hasta el promontorio de Pointe Noire (Baie
Sainte Catherine) y el Cap de Bon Désir (Grandes Bergeronnes), dos
lugares excepcionales que forman parte del Parque Marino de Saguenay.
Un país de arte y de belleza
La Ruta de las Ballenas atraviesa la región de Charlevoix, cuyos
grandiosos paisajes inspiran siempre a los artistas. Baie Saint Paul posee
numerosas galerías, su Centro de arte y su Centro de exposiciones. La
Île aux Coudres, justo al lado, atrae a los visitantes por su calma
pastoril, su artesanía, sus dos molinos del siglo XIX y las goletas
hundidas junto a ella. En Saint Irénée, el Domaine Forget
presenta, durante la temporada de verano y en un marco íntimo,
conciertos muy apreciados. Y en Pointe au Pic no deje de visitar el Casino de
Charlevoix.
Dos parques excepcionales presentan otra faceta de Charlevoix: el Parque de
Grands Jardins, desde donde se puede salir a pié, en bicicleta o en
canoa para descubrir uno de
los islotes del Gran Norte situa-do solamente a 120 kms. de Quebec, y el Parque
de Hautes Gorges de la Rivière Malbaie (excursiones en
"bateau-mouche").
Hacia la Costa Norte
Tadoussac, con su centro de información y exposición de los mamíferos marinos, es
la puerta de entrada de la región de Manicouagan. Es también,
junto a Baie Sainte Catherine, Les Escoumins y Pointe des Monts, uno de los
principales puntos de partida de las excursiones en barco para observar a los
cetáceos.
En Baie Comeau visite la presa Daniel Johnson, en Manic Cinq, en donde la
alternancia de bóvedas y contrafuertes señala con elegancia su
caracter monumental.
La naturaleza en su estado puro
En Duplessis el litoral es a la vez salvaje y accesible. Sept Îles le
invita a visitar el Vieux Poste, fiel reconstitución de un lugar de intercambio montañés y el Museo Regional de la Côte
Nord, sin olvidar el Parque del Archipiélago, que se presta muy bien a
la observación de pájaros y mamíferos. Desde Longue Pointe
se puede ir en barco al encuentro de las ballenas.
A partir de Havre Saint Pierre también se puede ir a contemplar los
fascinantes monolitos del archipiélago de Mingan, o embarcarse hacia la isla de Anticosti, célebre por la belleza de sus paisajes marinos, así
como por sus gargantas, cascadas y cavernas. Si desea Vd. continuar más
allá de la ruta, un navío le llevará por la costa bordeada
de pueblecitos hasta los confines del Labrador.
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