Aunque no formen parte de los grandes itinerarios turísticos, descubra esos maravillosos lugares en donde se ofrece, además del alojamiento, los placeres de la mesa, el confort y el descanso en medio de la vegetación y del aire puro. La red de hoteles campestres, eslabón muy importante de la hostelería quebequense, ha sido diseñada para ofrecer, en medio de los más bellos paisajes naturales, una gama de productos de algunos días o semanas de duración, de gran variedad y confeccionados según el gusto de cada cliente. Dichos establecimientos ponen a disposición de la clientela instalaciones y programas completos de actividades para cada estación.

---

En verano reparta su jornada entre el golf y el tenis. Salga en bicicleta o a caballo a donde más le plazca, o introdúzcase en las aguas tonificantes de un lago en donde se reflejan las montañas. En invierno cambie los castillos de arena por los muñecos de nieve. Descienda las colinas en esquí, explore los bosques con raquetas en sus piés, o recorra lagos helados en motonieve. Déjese guiar por su bienestar, y regrese descansado y en plena forma.

Vacaciones de ensueño

Las Lauréntidas, Estrie, Charlevoix y las islas de la Madeleine son cuatro de las regiones con mayor demanda.

Las Lauréntidas disfrutan de una reputación internacional. Esa zona de lagos y de montañas, salpicada de pueblecitos pintorescos y llenos de animación (Sainte Adèle, Saint Sauveur des Monts, Sainte Agathe des Monts, Mont Tremblant) es un verdadero edén de vacaciones, sea cual sea su edad.

Privilegiada por magníficos lagos, como el Memphrémagog y el Massawippi, y estaciones turísticas de renombre (Bromont, Magog-Orford), Estrie cuenta con instalaciones de vacaciones tan variadas como abundantes: golfs, pistas de ciclismo, centros ecuestres, estaciones de esquí, parque acuático y muchas más.

Con su río inmenso, sus cabos, sus cimas y sus lagunas, no es de extrañar que Charlevoix sea la cuna de los primeros centros de vacaciones en Canadá. Se distingue hoy por su hostelería y su cocina de gran clase, su casino y su golf situado entre el mar y la montaña en Pointe au Pic.

A 215 kms. de Gaspésie, las islas de la Madeleine despliegan sus largas playas de arena bajo el viento atlántico. Accesible por avión y por ferry, el archipiélago recibe no solamente a los vacacionistas de verano que buscan calma y horizontes diferentes, sino también a los aficionados al surf y a los ornitólogos. La Grave ha sido siempre un lugar de reunión animado, y frecuentado tanto por los habitantes de las islas como por la gente de paso.

---

Para mayor información sobre estancia y hospedaje, comunique con:

Hostelería campestre
(Hôtellerie champêtre)
455, rue Saint Antoine Ouest
Bureau 114
Montréal (Québec)
Canada H2Z 1J1

---